El mercado de Antón Martín se ubica en pleno centro histórico de la ciudad de Madrid, muy cerca de la Plaza Mayor, de la Puerta del Sol y de la Plaza de Atocha. Situado en la misma plaza que le da nombre, abastece a barrios como Las Letras, Lavapiés, Justicia, conocidos por su ambiente turístico, bohemio, artístico y multicultural. Está muy bien comunicado a través de transporte público: a una manzana se haya una parada de metro y en sus puertas paran distintas líneas de autobuses. Consta de tres pisos: la planta baja y el primer piso alberga los 65 puestos de productos de alimentación, mayoritariamente perecederos, que ocupan el cien por cien del espacio comercial.La tercera planta está alquilada desde el 2002, a la prestigiosa escuela de baile “Amor de Dios”, dedicada a la enseñanza del baile español. El impacto de la academia de baile sobre las ventas en general del mercado no ha sido muy intensa, sin embargo el valor simbólico traducido en visibilidad y prestigio para el mercado vinculado a la Academia de baile sí es digno de reseñar. Como nos decía el director de la escuela, tanto el flamenco como el mercado se ven unidos por su relación con la tradición española: el arte y los productos de la tierra, respectivamente.
El mercado de Antón Martín puede ser caracterizado como un mercado de éxito que, habiendo pasado una crisis en la década de los 80 –como la mayoría de los mercados de Madrid y de toda España- sin embargo, ha experimentado en los últimos años un notable resurgimiento gracias a la llegada al barrio colindante de las Letras, de colectivos de ciudadanos, con un perfil de profesionales de alta renta, cualificación y cuya preferencia por la calidad de los productos frente al precio, les lleva a comprar habitualmente en los comercios del mercado. Se trata fundamentalmente de familias unipersonales o parejas sin hijos, caracterizados por una gran flexibilidad en la división del trabajo doméstico, frecuentemente trabajan en casa o disponen de tiempo para poder hacer la compra de productos perecederos en el mercado por la tarde. Esta clientela se corresponde con aquellos grupos sociales analizados en diversos estudios urbanos de diferentes ciudades (Nueva York, Londres, París…), caracterizados por su regreso al centro de las ciudades a ocupar barrios y comunidades en las que antes vivían sectores populares urbanos, dándole al espacio urbano nuevas características. Es lo que se ha llamado proceso de polarización en el consumo y de gentrificación. Artículo publicado por Ignacio Robles, Universidad Autónoma de Madrid.